Muchas personas sienten que el tiempo no les ajusta, se apresuran a lo largo del día y luchan ante innumerables distracciones para mantener su enfoque. Una forma de mantenerse en calma y centrado es incorporar pausas en tu día de trabajo. Estas pausas sirven para poner atención. Si tomas un momento para pensar en lo que estas a punto de hacer, te esfuerzas en enfocarte y apreciar la tarea, en vez de apresurarte hacia ella. Por ejemplo, cuando te sientes en tu escritorio por la mañana, haz una pausa antes de encender tu computadora o tomar el teléfono. Respira profundamente y piensa en lo que vas a hacer. Puede ser que este "ritual" te permita realizar las tareas de manera más productiva y con mayor cuidado.
El consejo de administración de hoy fue tomado de: “El valor de los rituales en tu día de trabajo” por Peter Bregman.
29 de enero de 2011
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