29 de octubre de 2010

¿Puedo tomar su orden?

Cuando un potencial cliente llama a su empresa, ¿Es atendido por un recepcionista o por un “representante informado”? ¿Se enfoca su personal en simplemente responder preguntas y recolectar la información necesaria, o realmente toman el tiempo de conocer los deseos y necesidades de sus potenciales clientes? Piense cuidadosamente antes de responder a estas preguntas, pues su respuesta dirá mucho acerca de la filosofía de ventas y de servicio al cliente de su empresa.

Las empresas que logran mejores resultados, tanto en satisfacción del cliente como en las ventas, son aquellas que invierten tiempo y recursos en capacitar bien a sus “representantes informados”. Los vendedores exitosos entienden que no se trata de tener la mejor charla profesional; se trata de asesorar a sus clientes. Desafortunadamente, hay demasiados vendedores y recepcionistas quienes están tan preocupados por hacer una venta que se olvidan de dar asesoría. Muchas veces saltan a su charla promocional sin determinar siquiera si la persona es un cliente potencial. Este acercamiento puede resultar en pérdida de tiempo e intento fallido de ventas.

Para evitar perder grandes oportunidades, entrene a su personal para ser excelentes “representantes de su empresa, representantes bien informados”, no meros “vigilantes” o “contestadores de teléfono”. La habilidad de atender al cliente, escuchar sus necesidades, hacerle las preguntas correctas y ofrecerle soluciones a sus inquietudes, son destrezas que pueden ser aprendidas. Con esto en mente, he aquí cinco características de un buen representante informado:

Entregados/Dedicados. ¿Están las personas a cargo de sus potenciales clientes entregados a su labor de servicio? Si es así, tienen madera para ser buenos representantes. Si no, ¡olvídelo!

Ofrecen experiencia y conocimientos valiosos. Las personas que nos visitan o nos hablan por teléfono, ¿Perciben a sus representantes como expertos en su campo? Los representantes informados deben tener un nivel de experiencia que ayude a generar seguridad en la mente de cliente potencial. ¿Qué tan informado está su personal de ventas/ reservación /recepción respecto a sus servicios y modo de operación? Si un cliente habla con su representante para solicitar sus servicios o sus productos, ¿Sentiría la seguridad de que quien lo atiende tiene el conocimiento y la experiencia necesarios para ofrecerle lo que le conviene?

Habilidad de hacer preguntas y escuchar inteligentemente. Un buen representante informado hará preguntas específicas y abiertas para conocer las demandas y necesidades de su potencial cliente. Luego, escuchará con atención las pistas y el “detonador” para determinar que es lo más importante en el proceso de toma de decisión del cliente. Un punto a recordar: Hacer preguntas es la parte fácil. Al escuchar lo que dicen, o lo que no dicen, es donde muchos se pierden.

Buenos comunicadores. La persona puede ser dedicada, experimentada y bueno para escuchar, pero si no pueden comunicar ideas, sugerencias y soluciones a su cliente, entonces no serán representantes exitosos. Los buenos representantes toman lo que han aprendido de sus pláticas con el cliente y aprovechan su conocimiento y experiencia para proveer sugerencias específicas que llenen las expectativas y necesidades de sus clientes.

Resuelve problemas. Ya sea vencer las preocupaciones/objeciones de sus clientes, atender una emergencia o manejar a un personal malhumorado, los buenos representantes necesitan intervenir y ayudar a resolver el problema para el cliente. Más que cualquier otra cosa, el resolver los problemas es la clave para desarrollar una relación positiva con ese cliente.

Un buen representante informado resuelve problemas, ayuda a sus clientes a tomar decisiones, y hace que se sientan cómodos. Al final de la jornada, ¿Con quien preferiría entablar negocios, con un “dependiente” o con un “representante informado”?

Adaptado y traducido de “May I take your order? Building sales through consultation” por Byron Hill

24 de octubre de 2010

No sea tan "buena gente"

El evitar los conflictos es una característica común en la mayoría de las empresas. Sin embargo, la dirección libre de desacuerdos y el dejar de decir las cosas, genera complejidad y ansiedad innecesarias. Para lograr que los conflictos se conviertan en confrontaciones constructivas, le recomendamos seguir estos tres pasos:

1. Reflexione. Pregúntese a sí mismo si han habido ocasiones en las que debió decir lo que pensaba, pero se mantuvo callado.¿Evita usted cierto tipo de conflictos?

2. Obtenga retroalimentación. Pregunte a amigos de confianza y colegas como perciben ellos su disposición para entablar un conflicto constructivo. Posiblemente ellos vean patrones que son menos obvios para usted.

3. Experimente. No tiene que cambiar de la noche a la mañana. Trate de oponerse a una solicitud o dar su opinión en una reunión y vea como le va. A modo de introducción de su comentario, reconozca que esta trabajando en mejorar en lo referente a los conflictos. Esto ayudará a demostrar su sinceridad.

Adaptado de: "¿Es su cultura demasiado buena?"
por Ron Ashkenas.

15 de octubre de 2010

Sea un buen chofer

Todo equipo de trabajo requiere un "afinamiento" como el que se realiza a las partes de un vehículo; es importante diagnosticar la condición del carro y hacerle los ajustes y las reparaciones del caso. Si uno deja que el vehículo, en nuestro caso el equipo de trabajo,siga caminando sin chequeo, empieza a dar problemas: gasta más combustible, las luces no funcionan y no sabe por donde va, se apaga, hay que empujarlo, se aguanta calor porque el aire no funciona, corcovea, no avanza a la velocidad adecuada, ya no logra hacer algunas funciones sencillas y en algún momento se para del todo.

La mayor parte de las veces arruinamos las piezas. Sabemos que hay que revisarlas, que hay que atenderlas, que es mejor parar el carro y revisarlas para "aceitarlas" o para "apretarlas", pero no lo hacemos. Seguimos funcionando hasta que aquella pieza que en realidad era buena, se arruina y entonces la tenemos que cambiar. Importante, cuando haga un cambio, cambie también su forma de tratar a la nueva pieza, porque si no lo hace, va a ocasionarle los mismos problemas que la anterior.

El "afinamiento" requiere de diagnóstico y luego requiere de ajustes. Si hacemos las revisiones cada cierto tiempo como lo indica el manual, cambiamos el aceite cada tres meses y hacemos las revisiones semestrales preventivas, conservaremos las piezas por más tiempo y el carro funcionará sin problemas. Pero algunas veces se requiere cambiar algunas piezas que ya no se pueden reparar o repararlas sería muy caro. En ese caso es mejor traer nuevas piezas. Ojo, algunas veces dejamos en el carro una pieza mala y aunque cambiamos todas las otras, de todas maneras el carro no funciona bien.

Es también importante pensar para que tipo de terreno esta diseñado cada carro. No todos los vehículos son "todo terreno", y no todos los equipos de trabajo funcionan igual en todos los ambientes. Algunos de los equipos son muy buenos si la carretera esta bien pavimentada y no hay mucho "bache" que cruzar, otros carros son especialmente diseñados para terrenos difíciles. Si usted quiere que el equipo de trabajo le funcione igual, tanto en situaciones turbulentas como en situaciones de estabilidad, puede echar a perder el equipo. Cuando un equipo acostumbrado a poca incertidumbre va a pasar por incertidumbre, asegúrese de ir despacio, de agregarle algunas piezas que lo protejan y de revisarlo continuamente.
  • ¿Cuál será la fecha en que se reunirá con su equipo para hacerle un "afinamiento"?
  • ¿Qué ajustes tiene que hacerle al equipo?,¿Qué piezas hay que "lijar" y "aceitar"?, ¿Cuáles piezas hay que cambiar?
  • ¿Qué cambios tiene que hacer usted al manejar,será acaso disminuir la velocidad, buscar mejores caminos, o aun ceder el asiento de motorista a otro miembro de su equipo?
Alfredo Enrique Umaña

8 de octubre de 2010

Obligación ineludible



Porque vivimos y hacemos empresa aquí, porque hemos decidido creer en un buen futuro para Honduras, vale la pena unirnos para elevar esta oración que nos heredara Froylán Turcios, considerado uno de los intelectuales nacionales más importantes del siglo pasado.


¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací, fecunden el sol y las lluvias sus campos labrantíos; florezcan sus industrias y todas sus riquezas esplendan bajo su cielo de zafiro. Mi corazón y mi pensamiento, en una sola voluntad, exaltarán su nombre, en un constante esfuerzo por su cultura.


Número en acción en la conquista de sus altos valores morales, actor permanente de la paz y del trabajo, me sumaré a sus energías; y en el hogar, en la sociedad o en los negocios públicos, en cualquier aspecto de mi destino, siempre tendré presente mi obligación ineludible de contribuir a la gloria de Honduras.


Huiré del alcohol y del juego, y de todo cuanto pueda disminuir mi personalidad, para merecer el honor de mejorar entre sus hijos mejores.


Respetaré sus símbolos eternos y la memoria de sus próceres admirando a sus hombres ilustres y a todos los que sobresalgan por enaltecerla.


Y no olvidaré jamás que mi primer deber será, en todo tiempo, defender con valor su soberanía, su integridad territorial, su dignidad de nación independiente; prefiriendo morir mil veces antes que ver profanado su suelo, roto su escudo, vencido su brillante pabellón.


¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací! Libre y civilizada, agrande su poder en los tiempos y brille su nombre en las amplias conquistas de la justicia y del derecho.


Froylán Turcios

4 de octubre de 2010

Energía y no tiempo

Con las organizaciones exigiendo más y más de su personal en estos días,los empleados apremiados por el tiempo deben ingeniárselas para mantenerse al día. Puede que no seas capaz de alargar el día, pero si puedes reponer tu energía. Utiliza estos 4 simples consejos para ayudarte a trabajar de manera más inteligente y prevenir el desgaste:

Toma recesos cortos pero regulares. Aléjate de tu escritorio cada 90 a 120 minutos. Camina un poco, toma una bebida, o simplemente estira tus piernas.
Agradece. Ser positivo aumenta tu nivel de energía. Expresa tu agradecimiento regularmente a otros.
Reduce las interrupciones. Realiza las tareas que necesiten concentración alejado de teléfonos y correo electrónico. En su lugar, asigna horas específicas en tu día para responder mensajes.
Haz lo que amas. Conoce donde radican tus fortalezas y que es lo que disfrutas hacer. Encuentra formas de hacer más de esas cosas y menos de lo que te cansa.
Adaptado de "10 artículos que debes leer para administrarte a tí mismo" de Harvard Business Review.
Traducción libre de Grace Espinoza