9 de agosto de 2010

Una palmadita en el hombro


Permítame animarle al inicio de esta semana, permítame darle una palmadita en el hombro. Permítame decirle que lo que usted ha logrado en su puesto, en su empresa, en su trabajo vale la pena. Con mucha frecuencia nos fijamos en lo que no hemos logrado, en lo que aún no se ha hecho y despreciamos (vemos de menos) aquello que sí se ha hecho.

Deténgase un momento, respire profundamente y agradezca a Dios lo que El le ha permitido alcanzar hasta este día, confíe que así como hasta ahora la lucha ha tenido buenos resultados, también de aquí en adelante sus esfuerzos traerán frutos.

Una palmadita en su hombro! Vamos bien!

Con mucho aprecio,

Alfredo Enrique Umaña y quiénes hacen posible Consultoría Aplicada