Muchas personas sienten que el tiempo no les ajusta, se apresuran a lo largo del día y luchan ante innumerables distracciones para mantener su enfoque. Una forma de mantenerse en calma y centrado es incorporar pausas en tu día de trabajo. Estas pausas sirven para poner atención. Si tomas un momento para pensar en lo que estas a punto de hacer, te esfuerzas en enfocarte y apreciar la tarea, en vez de apresurarte hacia ella. Por ejemplo, cuando te sientes en tu escritorio por la mañana, haz una pausa antes de encender tu computadora o tomar el teléfono. Respira profundamente y piensa en lo que vas a hacer. Puede ser que este "ritual" te permita realizar las tareas de manera más productiva y con mayor cuidado.El consejo de administración de hoy fue tomado de: “El valor de los rituales en tu día de trabajo” por Peter Bregman.


Al emprender un nuevo proyecto o al tratar de mejorar o actualizar un proceso, puede ser de inmenso valor conocer la “mejor práctica”, la mejor forma de hacerlo. Sin embargo, al momento de implementar esa forma ejemplar de hacer las cosas, es donde muchas organizaciones se quedan cortas. La próxima vez que quieras implementar lo que los mejores en tu campo están haciendo, evita estos dos obstáculos: