Hace algunos meses visite los Estados Unidos y algunos amigos me preguntaron si la crisis económica también nos estaba afectando a nosotros. Yo les comenté que nosotros vivíamos en crisis y que por lo tanto no notábamos ninguna diferencia. Con el tiempo me he dado cuenta de cuan equivocado estaba mi comentario, poco a poco hemos visto a más empresas reducir sus operaciones y despedir empleados, otras empresas han inclusive suspendido o terminado sus operaciones en el país.
Pero nada mejor para darnos cuenta de la crisis que cuando nos toca personalmente. En lo que va del año, nuestra empresa de consultoría empresarial ha perdido un contrato ya casi firmado y algunos de nuestros clientes repetitivos han disminuido o suspendido nuestro trabajo.
Así que usted y yo tenemos que aceptar que los tiempos económicos han cambiado y que nuestra actitud también tiene que cambiar. He aquí tres decisiones claves para cruzar estos vientos adversos:
Expresar Gratitud
Tenemos que reconocer que aunque ahora la situación es difícil, el mundo gozó de una prosperidad sin precedentes en los últimos años y hay que estar agradecidos por ello. Si en tiempos de bonanza apreciábamos nuestro puesto de trabajo o nuestro negocio, ahora debemos estar aun más agradecidos por las oportunidades con que contamos. Aunque algunos de nosotros ya hemos visto afectados nuestros ingresos por la recesión económica, estemos agradecidos por lo que sí tenemos, por el negocio que sí estamos haciendo.
Vivir en Confianza
Las dificultades económicas son difíciles, pero una actitud de desconfianza las hace peores. Cuando nos encontremos con limitaciones, recordemos que no es la primera vez que las hemos tenido y ya antes las hemos podido superar. Mantener la confianza en que Dios nos ayudará como familias y como empresas a salir adelante es clave para nuestros triunfos en medio de la crisis y después de ella.
Trabajar mejor
No cabe duda de que a grandes problemas, grandes soluciones. Es el momento de repensar nuestros presupuestos, de descubrir como podemos hacer más con menos, es el tiempo de abrir nuevas líneas de negocios, de hacer lo que habíamos pensado que sería bueno y no lo habíamos hecho por falta de tiempo. La crisis es el momento mágico que nos permite prepararnos para la abundancia.
¡Animo! Vivamos con gratitud, con confianza y trabajemos con creatividad.
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