Pocas cosas son tan intimidantes como el primer día de clases en una escuela nueva. Todavía recuerdo mi llegada al cuarto grado de la Escuela Guzmán Bustamante de San Pedro Sula proveniente del Instituto Tegucigalpa. Me tomó al menos un año el salir del síndrome del “pollo comprado”, de sentirme la persona sobre la cual estaban fijadas todas las miradas y críticas del grupo. Algo similar experimentamos todos cuando llegamos a un nuevo trabajo, las condiciones son nuevas y las expectativas son altas.
Casi cualquier empresa afirma que las personas son el recurso más valioso con el que cuenta, pero pocas organizaciones toman el tiempo, el esfuerzo y la inversión para crear el ambiente propicio para el crecimiento de su gente. Con frecuencia las gerencias o los departamentos de recursos humanos realizan muy bien su trabajo de reclutamiento, pero esperan que el nuevo miembro del equipo se acople por sí solo y sin que la empresa haga nada por facilitarle el proceso.
Este artículo quiere invitarle a aplicar el ABC de la Inducción. Entendiendo Inducción como el proceso mediante el cual una persona nueva, pasa a sentirse entusiasmada de ser parte de la organización. Vamos a trabajar con los tres pasos fundamentales que usted o yo desearíamos experimentar al llegar a una fiesta en la cual no conocemos a nadie, en este caso la fiesta es nuestro nuevo trabajo: Acompañamiento, Bienvenida y Capacitación.
Acompañamiento
Recuerdo con agrado la experiencia vivida en Riviana Pozuelo de Costa Rica, en donde ingresé como empleado para hacer un estudio de comportamiento organizacional. Al llegar a mi primer día de trabajo, me presentaron a un joven del mismo departamento al cual yo había sido asignado, quien cumpliría el papel de “compañero guía.” Su rol seria dilucidar cualquier consulta que yo pudiese tener durante mi primer mes en la empresa, él podría informarme la hora del almuerzo, donde estaban los baños o con quién hablar para un permiso de salida.
Ese primer contacto “persona a persona” da un rostro amigable a la maquinaria empresarial, establece una comunicación bilateral entre el empleador y el nuevo empleado. La empresa puede atender las inquietudes del nuevo miembro y también puede dejarle saber de manera muy amable la forma de hacer las cosas, la cultura y la mística de la organización.
Bienvenida
La incorporación de una nueva persona a su equipo debe ser celebrada. Todos sabemos lo difícil que es el proceso de encontrar a la persona apropiada para cada puesto. Haga memorable la llegada de sus nuevos integrantes con una sincera y bien planeada bienvenida. Anime a su personal a aplicar la regla de oro, recibiendo a sus nuevos compañeros con el mismo entusiasmo y sinceridad con que a ellos les gustaría ser recibidos.
La bienvenida puede ser informal, pero oficial. Basta con parar el trabajo por un momento, llamar a todo el personal disponible y anunciar la llegada del nuevo miembro. En estos minutos el recién llegado tiene oportunidad de compartir brevemente sus expectativas y recibir el saludo afectuoso de sus nuevos compañeros. La bienvenida marca un importante punto de partida para el crecimiento del empleado con su empresa.
Capacitación
Dar ingreso a nuevo personal sin convertirnos en su primera fuente de información sobre la empresa, es como dejar que nuestros hijos aprendan malos hábitos por no dedicarles el tiempo necesario para enseñarles los modales de la casa y los principios de la familia. Es importante contar con un sistema formal de capacitación que nos permita transmitir a través de un taller o de un seminario, la razón de ser de nuestra organización (misión), las metas que nos planteamos (visión) y los principios con que trabajamos (ejecución).
El Programa de Inducción debe incluir aspectos estratégicos, operativos y logísticos. De acuerdo a la complejidad del puesto, la capacitación inicial debe también incluir aspectos directamente relacionados con las funciones del nuevo miembro del equipo. Debemos reconocer que la aceleración de la curva de aprendizaje del nuevo empleado es en parte nuestra responsabilidad.
La próxima vez que vea a un nuevo colaborador entrar por las puertas de su organización, pregúntese si está todo listo para proveerle el ABC de la Inducción: Acompañamiento, Bienvenida y Capacitación.
11 de agosto de 2007
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2 comentarios:
Que barbaro!!!
hey me encanta que tu slogan es una realidad en tu vida.
Yo todavia ando investigando y tu ya implementaste el Blog.
Que Barbaro, felicidades amigo.
Bessy Macotto
Alfredo,
Si he aprendido algo de los cursos que tu has impartido y a los que he asistido es que por màs que uno crea tener definido los problemas, no se solucionan con saber cuales son, hay que atacarlos de raìz, y en este artìculo has dado en lo que podrìa ser la diferencia entre un buen o mal empleado. Dependiendo de como se empieza asi se termina...y el como tu lo integras a tu compañia define el resto de la trayectoria...
Marcela Zacapa
El Armario
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